Cambios Innecesarios

Acá, un amigo. Este es el primer libro de Howard.  No sé exactamente si decir algo o ahorrarmelo. Hoy en día, cualquier explicación por mínima que sea conlleva una crítica desproporcionada. En proporción, no vale la pena. La pena es muy grande aunque se cumpla con buena conducta. El odio que existió siempre se ha erigido por encima del amor y cualquier otra energía. Hay quien me dirá que para leer un tocho vale más la pena el de, por ejemplo, Jobs o Judea. Bien, cada uno va eligiendo. Lo máximo asequible es que alguien haga una búsqueda y simplifique el personaje o, peor quizás, confunda a HM con el HM de Wall Street. Mr. Nice hay dos. Uno que no viajaba nunca y otro que se pegó todos los viajes…justamente para que otros se los peguen. De buena onda, digo. Entonces, de nada sirve…

Si alguien vio la película basada en este libro, le recomiendo encarecidamente esta biblia. Y de manera urgente, no esperen 8 años como yo porque dado vuelta les asemejará infinito. Las cosas buenas se encuentran Siempre. Hay que dejar que te busquen y, sobretodo, saber reconocerlas. Entonces, y sólo entonces, se hacen propias.

Personalmente es la experiencia total la que me fascina. No solo la parte linda, digamos. Lovatos hay de sobra, los que se recuerdan son los Marks. En su punto.

Voy a por “Sympathy for The Devil”, que es novela, y seguramente acabaré degustando el resto de su producción más tarde que temprano y con reposo. Espero que a alguien le sirva. Y si no le like, nunca devuelva su dinero.

Para simplificar ya están el resto de las cosas. Para robar el tiempo ya estaban los hombres grises. Eso sí, no me lo pida. Yo ya no presto ni mi atención, cosa que no puede faltar en su biblioteca unipersonal y atemporal

Llegados a este punto, su punto, es el momento y lugar de decidir si continúa de la misma forma o va a permitirse cambiar. Punto y seguido.

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#mrnice

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