"Un sorbo de distracción buscando descifrarnos. No hay nada mejor. No hay nada mejor.. que Casa" SODA STEREO (Té para tres - Canción Animal - 1990)
eltenorestaenlacasa.com …En este espacio habitan mis creaciones. Para ¿Son mías realmente? ¿Existe el espacio? ¿Quién soy yo para decidirlo?
Encendemos el modo introducción, empieza la retrospección. Lo hago del tirón porque si no me sale ya la biografía ¿sino? Sigue la utopía. Si no lo hago yo ¿quién lo hace? Basta. Darmo representando. Aquel día en la arena de Arena, escribiendo la carta a la luz de una vela. Mirando el vacío, así te lo digo de una: este soy yo, tío. Doble o Nada, no hundido, urdido en profundidad. No en HD, no en tu moda de alta tecnología que luego verás ya pixelada de lo nuevo. Si me hablas de calidad, yo te hablo de HP. Estudia, piensa y luego crea. Un método que pude comprobar utilizaba uno de mis mayores ídolos, René Goscinny. El hecho de que su muerte coincidiera con el mismo día en que nací me produjo un verdadero impacto.
Yo soy Alejandro Carlos Gamarci Bernard. a.k.a. El Tenor. Llevo en la casa desde que nací prácticamente. Me ha costado llegar hasta aquí. Me defino como un artista multidisciplinar porque no sé ya otra forma de explicar lo que hago. Igual hace años que no me importa lo más mínimo decir que soy artista. Me encantan las miradas que recibe este epíteto. De rechazo, elogio y confusión a partes iguales. Te llaman “artista”, “maestro”, “genio” con tanta facilidad que es una burla en sí misma. Un modismo, una forma de hablar: “Yyyyeeeehhh, artista”. Hace poco un chaval con grandes intenciones y desconocidos resultados me sorprendió. “No me gusta considerarme un artista”. Entonces le pregunté como se definiría. ¿Un creador? Ok. Artista no, pero creador sí. ¿Se cree Dios?! Bueno, yo pienso que todos somos artistas, cada uno a su modo y forma. Pero, claro, hay que encorsetarse en la sociedad que la vida aprieta igual que el hambre. Hay que decirlo claro: Artista. Si lo tienes, claro. No soy Panadero, Político, Comercial o un largo Etcétera, que de eso hay de sobra. Me preguntó hace poco un amigo por mi vocación. Yo lo tengo claro, pero los demás no sé ¿Exporta eso? Este texto contesta a esta pregunta, G. Así que dándole vueltas a la casa, decidí enumerar y describir poco brevemente lo que hice que es lo que hago porque solamente depende de mí que lo siga haciendo. Es una suerte eso, una suerte de creación. Es ésta la razón que me anima a diario y de una vez por todas a dejar clarísimo el presente. Más que nada arremeter con la frazada de ideas infundadas y prejuicios declarados que pueda haber sido yo testigo o no. Muchas y Muchos creyeron en decenios que lo que me iba es “la tontería”. Más aún si les muestro mis fotos con “famosos”. “No son famosos, son personas a la que admiro y tuve el gusto de conocerlos en persona”.. inclusive aunque les cuente las circunstancias de cada momento, no son ni meras anécdotas para ellos, pero se permiten ser más cholulos que el que colecciona cera de sus oídos. Para mí en esos encuentros, como repite VAV, se convierte en realidad la utopía. Frase mística donde la halles, cuando y donde puedas encontrarte. Además, las redes sociales no ayudan, confunden o entretienen pero no ayudan. Un monstruo viene a arroparte, y robarte…ideas, claro. Feed the monster, Be the monster. Déjalo ser. Por favor, Yo. Como comida, insisto, a diario. Soy humano, como Usted, animal. No soy vegano, igual lo siento, pero no te miento si te digo que mi dieta se conforma en un ochenta por cien de verduras. El resto, agua. Pero nunca hundido. Es pura convicción, no convencimiento. Lo otro la ignorancia del privilegiado. Al final, otra triste desazón es un desarraigo emocional que te tira abajo. Sin embargo, miro atrás en esta década oscura que pasé y no paré de crear, aunque fuera de manera accidental. Esta es la verdad. Las cosas se acumulan y por fin tengo la certeza para ordenarlas. La gran mayoría, a mi pesar y sin saberlo de primera mano, para otros. Esa también es la verdad. En beneficio de todos creía, es decir, muy siniestro todo al final. Y parecía que tirábamos todos del carro pero el changuito no se llena nunca. El poncho aparece pero por insistencia no racional. Más bien sale todo, el tiempo junto al esfuerzo, y vuelta a empezar. Por suerte, me planté, así conseguí brotar y crecer de nuevo más fuerte. Cambiamos la maceta y nos regamos, milana bonita. Tirado el dado que no me da tiempo vital a actualizar con deseada fruicidad articulista mi/la página entera, empezaré porque primero voy a relatar de lo que puedo declararme culpable en esta aduana de la vida a día de hoy. Así me/lo van a entender mejor de buenas a primeras. Lo explico de una vez por todas en la infinidad, desde este punto sin (casi) poética. Ojalá los días tuvieran 45 horas de RPM para adelantar todos mis proyectos al mismo tiempo pero la propia prioridad es equivalente al esfuerzo común de uno mismo. Nunca hay suficiente. Simplifica, tío. Aprendí a generar la inspiración sin expirar en el intento.
Empecemos por el logo. Idea personal y ejecutado alegremente junto a mi hermano Pablo, en un directo y desprejuiciado homenaje a mis dibujos animados favoritos de siempre. La Warner Brothers y sus Looney Tunes, obra magna del Dr. Jones, Mr. Blanc y todos, claro. No hablemos de sucedáneos y derivados disneados, por favor. Las creaciones tienen un principio y un final, es mejor así. Centrar la atención para aprender. La precaución es fiel compañero. Y es que el círculo rojo también funciona como una señal de prevención con tanto tráfico de influencias. El mensaje está adscrito en el mismo círculo: EL TENOR ESTA EN LA CASA, sin tilde dada la mayúscula. Asomando desde la señal aparezco yo desde el fondo de mi color favorito: el naranja. La pregunta es, sin duda. En mis manos, la disyuntiva diaria. El saicidio o cultura. Mi persona física y el Funk. La historia de la foto, obra de Alberto Ramos Lizana, es doblemente significativa y mantiene el equilibrio del suspense. Fue hecha en pleno pasillo de un tren en marcha yendo a Zaragoza. Año 2005, horas después un maestro me explicó en dos palabras con un simple gesto lo que es el Funk. “¿Por qué El Tenor?” Lo explicaremos otro día. Esto es todo, amigas.
Mi primer amor, como cualquier infante que se aprecie, el Dibujo. No recuerdo la edad en que aprendí a leer, pero sí el impacto que me produjo la obra de Maria Elena Walsh. Dailan Kifki, sobre todo. Junto a los dibujos de Vilar, claro, lo que traspasaba mi imaginación a la realidad. Lo que yo pensaba al escuchar esas palabras está tan calado adentro que ahora que las leo a mi hijo semanalmente, se desentierran esos pensamientos de 35 años atrás o más. La sensación es fantástica, literal. Indescriptible en el ciclo vital. Si no lo entienden, estamos fritos. Así que creo que eso ordenó mis líneas y era lógico que cuando mi Papá me dijo “Eso es Mafalda”, los devoré uno tras otro. También, como círculo infinito, los encuentros con Quino, Fontanarrosa, Caloi, Nine, Grondona White, Viuti, Altuna, Garaycochea, Rep, Maicas,…en la feria del libro fueron las primeras experiencias de comprobar que eso que te cambiaba y parecía caído del cielo venía de una persona que era, salvando muchas distancias, igual que yo. Podía ser posible hacerlo uno mismo. Solamente había que aprender a hacerlo y ponerse a hacerlo. Sin embargo, uno tarda en aprender todo poco a poco, como cuando fui de visita a Anchoris 27 creyendo que estaban ahí todos dibujando. Pasaron los años y me fui definiendo en un estilo. La realidad no me interesa. Mucho tiempo pensé que mis dibujos seguían siendo (¿cómo se dice?) infantiles y me daba verguenza mostrarlos. Después, dibujaba para mí. Hace tiempo que no dibujaba casi nada. Eso cambió y ahora volví a diario a mi primer amor. Lo más bienvenido son las ideas. Ideas limpias de mala onda, por suerte, empeño y esfuerzo. Las líneas son lo más hermoso que hay, te llevan a cualquier parte. El dibujo es lo primero, desde las cuevas hasta la luna. To the moon and back. Son un cohete en tu ojo mientras el otro intenta mirar de reídem. Mis influencias fueron todos los libros que leí, con dibujitos o no, porque todo puede salir de un lápiz. Ees increíble lo que cabe ahí adentro. Desde chiquito dibujé cosas de todo tipo donde fuera, abrochaba mis historietas con 7 años. Ahora quieren confundir el dibujo con el diseño, todo tan bien desordenadito con colores definidos. Tan risueño y pomposito. Mientras tanto, habré hecho miles de carteles para todo tipo de cosas, propias y ajenas. Estoy iniciando proyectos por puro instinto. Ya va a salir Ya. Nunca paré, quizás me distraje, aunque en lo primario se conserva la actitud salvaje.
En una clase de dibujo, en segundo de primaria, mi profesora me dijo que la forma como coloreaba mis dibujos se parecían mucho a Chagall. Me estampó eso en la cabeza y, de una forma concreta, definió mi vocación. Yo, además, ya dibujaba con mis amigos, en especial Matías Galli. Él es hoy un artista extraordinario y profesor de grabado en la UBA. Sus obras de ahora me recuerdan mucho a lo que hacíamos en tardes interminables. Todavía conservo y funcionan los marcadores Pelikan que me regaló un día. Y los gasté, mucho, así que son mágicos sin duda. La pintura, el color, que es lo mismo funciona sola. El dibujo no te lo enseñan en Bellas Artes. Hay que venir enseñado de casa, por eso me suspendieron la prueba de acceso. Sí, bueno, te enseñan a copiar. Para definir el espacio, la distancia, la forma, muy útil pero tres años con esas mierdas para obligarte a hacer cursitos posteriores de masters del universo. Lo de siempre, solamente llegan los que tienen guita: Los Mantenidos. Igual para la pintura y otras categorías indisciplinadas, inexplicables. Tuve grandes profesores, no se confundan. Cuatro en total. En todo caso, el color…lo subjetivo, es todo lo que nos rodea y depende de la vista con que la mires. Si sos daltónico, agnóstico, ateo, creyente, divergente o detergente…no importa, vas a ver algo distinto cada vez. Esa es la esencia. El color son sensaciones. Todo cambia. Así que siempre te puede sorprender ver cosas aunque no quieras ni lo digas ni pensarlo siquiera como se te ocurre. Son expresiones del pensamiento sin pensarlo. Lo importante es expresarse, en la vida. Eso molesta a mucha gente. Como un tag o un grafo. “Si es bonito no le pinto encima” pero otro sí le pone una olla encima, por palotudo (él) aunque desconozco para qué caña. Así que los museos están bien, parece que no hay más cajones para conservar las obras. Lo asqueroso es la burocracia. Mis referentes son Munch, Haring y Miró. En fin, si cuento todo esto es porque he tenido la oportunidad de estar en muchos lugares con diferentes personas y uno seguía escuchando “esto lo pinta mi sobrina” en boca de una persona de 17 años en 1999. El tiempo no pasa en un balde, te cae en la cabeza cuando menos te lo esperás. No es broma, es muy desagradable. También gente que valora más unas postales de “pintores famosos” que una obra original que te pidió y le regalaste gratis. Pintate alguna que nos sepamos todos. Además, odio los marcos, el corsé y la misma tela me irrita, me parece estirada. Por supuesto, claro que cuanto más realista es “mejor” ¡claro!….todo sea por epatar y ganar. En fin: “¿20 euros un dibujo?”, hablando de una pintura esta frase que data de 2017. También un cuadro puede no acabarse nunca, entonces su precio puede ser incalculable. O inacabable por intransigente. Como cualquier obra artística, es el propio cuadro el que se termina. Aunque no se hace solo, obvio, pero casi: lo pide. He realizado ilustraciones para libros en los que ni se me nombra como haciéndome un favor o graficado decenas de cuentos al parecer para darme algo con que entretenerme. Parecen mentira, pero es cierto. Desde hace poco, algunas de mis obras están encuadradas en el catálogo de la marca de ropa Vinyl Eye y están disponibles para adquirir en su página web al igual que en su tienda física en Valencia, donde en septiembre de 2018 hago una exposición. Entonces, cuando ya descubriste tu estilo de trazado, por capas o no, brochazos gruesos o texturizados, planitud agreste..sin experimentar, ni dominarlo, ni ganas..en acrílico, óleo, acuarela,..sea del color que sea, uno ya pinta por necesidad.
Nuestro papá nos grababa con Super 8. Los sábados veíamos cortos de Chaplin y muchas cosas más en el proyector. No teníamos televisión hasta que conseguimos una en blanco y negro. Haciendo la tarea temprano, me nutría de dibujos animados, como cualquier persona de mi generación en cualquier lado. Cuando conseguimos una en color, ya tenía los gustos muy claros aunque seguía viendo de todo. Mis series favoritas son Batman y Get Smart. Lo siguen siendo. Desde muy temprana edad, me dejaron ver cosas adelantadas al resto de mis mortales. Entonces vas descubriendo cosas y como se cuentan. Yo nunca tuve cámaras de vídeo en casa. Al entrar al instituto ya acá en España, me anoté a Audiovisuales y rápido ya me montaba mis películas. Gracias a mi profesor Salvador, pude mantener una constancia con los aparatos. Los de la era digital no pueden imaginarlo, simplemente. ¿Suerte? Si saben de cinematografía, sí. Pero que me quiten lo montado. Me considero un hombre de mi tiempo y somos bisagra entre lo anterior y lo de ahora. ¿Analógico? Un río de confusiones ¿Digital? Huellas en el mar. Empecé con 15 años a hacer cortos, historias y eso ya no se puede hacer solo, Solo del Todo. Vix Vox producciones con César, WIRO films con Guillermo, Tenor Films ya fui independiente. Por suerte lo conservo todo, además de la memoria. Y después vino Youtube que hoy ya es Yotuve. Ni se cobra ni en Vimeo, todo se pierde en esa amalgama de vanas esperanzas entretenidas de otros. No se valora la originalidad, dura demasiado el pensamiento. Videos copiados, estáticos, casi selfies en movimiento. Estatismo, siempre es lo mismo. Además, ya lo hice. Primero me centré en una ficción casi clásica, después una experimentación contínua hasta llegar a una búsqueda consciente en mi propio estilo. Es decir, ya no titubeo. Mis referentes básicos son Kubrick, Buñuel, Lang, Lee, Cassavetes, Burton, Jarmusch, Coen…lo normal. Ahora casi no hay cine, solamente televisión. Imagen televisiva, no hay narrativa. “Las series son el nuevo cine”, por favor, no me hagan reír que se me saltan las grapas. Y me duele, son telenovelas con todo respeto para el cristal con que se mire. Al menos, hay algunas personas que cuentan historias. Como lo hacían en paredes, en libros, en cuadros… Actualmente, monto vídeos de lo que más me urge o me encargan. Por ejemplo: para Microscopio Digital Media, mi proyecto con Pablo Morcillo, entrevistas y actuaciones en directo por amor al arte; o las ansiadas The Cure Series, proyecto largamente postergado que ha visto la luz en este 2018 Año Cure. Todos nos vamos a morir, mejor que quede algo lo mejor hecho posible. Y único. Me sorprende, en general, como mantienen muchos vídeos míos el pulso rítmico y se expanden en mensajes que se profundizan con el tiempo. El cine tiene eso, capturar la realidad junto a la fantasía en cada segundo…es un frasquito las dos juntas. El formato me importa muy poco. La calidad está en lo que se cuenta no en el número de píxeles. Al retomar el vídeo con Tenor Films me centré en videoclips para MC Alberto y mis propios proyectos musicales. Decía Renoir que un director siempre rueda la misma película. Cambia el contenido o la forma pero el subconsciente es el mismo en casi todas las secuencias. Si hay esfuerzo, se hace algo inherente, auténtico y subterráneo. Y el underground es arrabalero.
Paralelamente en esos años, visitaba cada ensayo de la banda de mis amigos: Apnea, luego Homer. Entonces, en sus descansos, aprovechaba y tocaba la batería. Primero con la batería de Carles, luego con la Juan. Así aprendía a hacer lo que hacía ya con el teclado de Fil, uno de mis mejores amigos. Gracias a él me compré mi batería y con él empecé mi primera banda en 1997: Orient Ambulance. Grabamos 4 Discos como pudimos, en un cuatro pistas Tascam o en un PC. Les suena la historia. Demos que movimos lo que pudimos pero con la onda que había en la época, el status quo del quorum general rechazaba a una banda tan influenciada por The Cure y siendo esencialmente dos, nadie nos hizo caso nunca. En 2005 llegó “33”, la banda que solamente llegó a unos cuantos ensayos hasta que nos robaron entrando en el local. Con mis platos Zildjian se fue mi corazón de batero y no pude regenerarlo hasta tocar las canciones de mi banda favorita. Estuve 3 años sin tocar por diversos motivos y fue también gracias a Fil que retomé las baquetas para formar Pornographies, haciendo covers de The Cure antes de que la fiebre de las bandas tributo arrasara todo el cañón colorado de la creatividad. Toqué de baterista de Coque, proyecto que rangó entre un concierto en la Sala Durango (uno de los mejores que recuerdo) y uno a las afueras del Viñarock del que hay un divertido video disponible. Desde las cenizas de 33, monté como Leader Richard la banda 33 Tocando Rock Argento, con clásicos de Moris, Almendra, Pappo, Charly García, Tequila, Sumo, Divididos, Viejas Locas, …la banda se hizo desde abajo y esencialmente la función de descubrir en España el Rock Argentino, a través de temas interconectados entre sus autores que venían a su vez de clásicos mundiales…se fue estancando por no renovar el repertorio y el eterno desinterés de un público sorprendido cada vez de nuevo. El mejor concierto fue el Live Redemption en Pulso Pub, eso lo hablábamos el Rey del Rock y yo el otro día en el mismo lugar. Tras emigrar Elvis, nuestro frontman, por motivos laborales en diversas ocasiones, la banda se transformó en The Fuzzy Clouds: un trío con canciones propias en inglés. Grabamos “Skip the Fence” en 2013 y un par de singles en 2017. Hice muchos diseños, letras de canciones, fotos, carteles, comics, conciertos en vídeo, lonas para directos, chapas, imanes, promoción en redes y, finalmente, videoclips. Waiting está en mi top 5 de creaciones de todos los tiempos, pese a quien le tenga que pesar. Juntos dimos muchos conciertos, acústicos y eléctricos, en las mejores salas de Valencia. Hasta llegamos a tocar teloneando a Gatillazo en el FRA 2016, el mitificado Festival Rock de Alaquàs ante miles de personas. Durante 2012 llegué a tocar en cinco bandas y me parece increíble incluso a mí mismo pero ensayaba semanalmente con todas. Caraduras nació en 2009 como una propuesta directa de Jose Miguel Molano: una banda de temas propios en castellano de puro Rock. Ha pasado tanta gente por la banda como con gente he tocado en mi vida. Hemos dado tres conciertos en casi diez años pero no se me caen las baquetas por afirmar que es la banda con la que he mejorado exponencialmente mi aptitud en todos los sentidos. Un proyecto verdaderamente personal y compartido en que componemos a medias prácticamente todas las letras. De momento, quince temas que iremos grabando paulatinamente y tocando en formato trío. He sido invitado por otros músicos, como el gran harmonicista de blues Danny Boy, y he tenido otros proyectos puntuales como The Purpose, donde comencé a desarrollar ideas percusivas que abrieran nuevas dimensiones acústicas. También actué varias veces con MC Alberto como baterista y tuve el honor de acompañarle en la voz durante su actuación en el décimo aniversario y despedida del sello MésdeMil el 27 de Diciembre de 2017. Compartiendo cartel con maravillosos proyectos sonoros, siendo ésta mi primera actuación sin estar detrás de la batería. Mi estilo percusivo ha ido definiéndose con los años en base a cada proyecto. Mis mayores influencias han sido principalmente Boris Williams, antes Lol Tolhurst, después Jason Cooper, Dave Grohl y Ringo Starr, además de Mitch Mitchell, Steve Shelley, Keith Moon, Levon Helm y Javier Martínez (estos dos especialmente como baterista-cantante igual que Starr)… y todos los ritmos de Hiphop que escuché en mi vida. Empecé con un Bic como todo el mundo. Hoy en día sé con certeza que tengo un estilo propio y solvente, no me importa si toco bien o mal. La fama me precede cuando me describen y dicen que le pego muy fuerte. Actualmente mis proyectos son Caraduras, mi banda de auténtico Rock sin aditivos; Sangre Fácil, un conjunto abierto junto a los sintetizadores de Álvaro Vega; las Penja’m, conciertos electroacústicos improvisados junto a músicas, bailarinas y músicos que antes solamente soñaba acompañar; y Fuchsia Sky, el regreso con Felipe Grau, la persona con la que más afinidad tuve siempre tocando. Detrás de la batería, un corazón negro paseando por un cementerio.
Lo poco que he hecho en escultura, lo tengo en mi casa. Descartada por materialidad y espacio de almacenaje, disciplina que casi no practico pero que realmente vino de la mano del dibujo a una edad bien temprana y adoro construir, generar o modelar. La fotografía vino después, de una forma consciente, de la mano de mi familia. Pero uno parece que molesta sacando fotos de verdad, de las de no posar, aunque después ni se acuerdan. Hoy en día, cada persona saca fotos por la calle y parece un zombie, todos llevan Cartier pero nadie es Bresson. Para hacer buenas fotos hay que hacer muchas fotos, decía el maestro. Pero, chicos, hagan buenas fotos para que mejoren. Calidad, mirad, cantidad, bondad: Exponencial. Existe una necesidad de sentirse agradecido de uno mismo vacuamente. Lo mismo, como todas las cosas absorbidas por la sociedad, un pijo con una buena cámara que ni sabe usar pero tiene un flash decente gana mucho más que un fotógrafo de verdad. De los que miden y no se pueden comparar. También se puede hacer una buena foto con un móvil pixelado pero ¿Dónde va a terminar? ¿En una red social? Grababa con mi camarita antes de que los móviles tuvieran lentes. Era el placer de registrar algo, ahora parece que sea necesario ver una emisión en directo en un propio concierto. Ya he recorrido miles de ellos, dentro y fuera de festivales, acreditado o no, cayendo en fosos codo con codo con duros guerreros del click, y mis fotos han salido en contados medios… el mejor: Hip Hop Life Magazine.
Escribo como me expreso y aunque no soy un literato, tengo cuerda para rato. Yo sé por qué lo digo. También hice radio varios años, etapa de la que estoy muy orgulloso pero estamos en lo mismo…en aquel momento ya se iba palpando el desinterés generalizado de las personas por la realidad cultural para dejarle su tiempo a motivaciones de bajos instintos que no puedo ni nombrar. Estuve muy activo un tiempo largo como Tenor DJ, que generó las Tenor Sessions animando a un montón de amigos a pinchar su música en el Unknown Rebel. Trabajé como cámara y editor en Xtv, un buen proyecto que lo moderno fue enterrando en el cambiar de los tiempos. La cultura no es gratis, pero se consume de forma gratuita parece que ya inevitablemente. No es posible que te den una falta absoluta de interés junto a una palmadita en la espalda condescendiente. Esa autolástima que se da la sociedad me ha empujado a una independencia absoluta para con mi tiempo actual. Leyendo esto puede dar la sensación de haberme vuelto un viejo amargado (Robert hace poco decía algo similar) pero sí he llegado a comprender esa mala ostia de algunos artistas. Es una mezcla de rabia y de miedo, claro. Es que realmente llegabas a creer que la sociedad iba a ir asimilando diferentes puntos de vista pero se fagocita y se destruye de alguna forma la esencia para los demás. Siempre sigue siendo uno el que sigue, el que continúa con la mirada crítica. El toque Lubitsch, por decir algo, que me impulsa a una actitud Capra. No van a poder con mi personalidad. La negatividad lleva a la negatividad, una vez asumido eso con fruición, el mal rollo brutal se explota en su propia cara. Ingenuos seremos, pero un ejemplo muy claro es que en este mismo país a casi nadie le importa realmente quien era ese amigo de Buñuel que está perdido en alguna cuneta. Sin embargo, le hacen centenarios, quieren recordarlo joven y patrocinan eventos para tapar su propia ejecución. Es la ejecución de la conciencia. La memoria es la lucha, lo que sirve para no volver atrás, y la conciencia es la trinchera. No es triste para mí, al contrario, personalmente estoy muy enérgico y lo tengo más claro que nunca. Aparte de mis tres canales personales de Yotuve (el de Tenor Films, el de Lo Anterior, el de Peligra el Copyright) y el de MDM, y a que mis muros se desenredan en twitter e instagram de manera ordenadamente caótica, tengo una propia red asociada: mi casa. Esos son los canales a sintonizar.
Acepto, en general, cualquier tipo de encargo. Mientras, me entretengo entre Dibujos, Vídeos, Pinturas, Caraduras, Fuchsia Sky, Penja’m, Sangre Fácil y Microscopio Digital Media. Proyectos vivos y de vital importancia para mi salud. También sigo descubriendo obras y artistas que me fascinan y nutren, del pasado y del futuro. Habiendo llegado hasta aquí, ese otro lugar definitivo, divertiré mi tiempo entre seguir creando nuevos caminos personales y también en redescubrir todo lo hecho hasta ahora inclusive a mí mismo, dejándolo todo expuesto de manera organizada y concertada coherencia en mi página web: una obra en sí misma. Esa será mi casa, como insistía tu vecino Nino, que lo seguirá siendo hasta el infinito y, obvio, más allá. #eltenorestaenlacasa
Submit a Comment